De audiencias a procesos

La comunicación organizacional, institucional o corporativa requieren revisiones constantes en su modelo de adaptación a las condiciones específicas de la realidad de los entornos en los que se desarrollan, y más aún cuando en la escena diaria el trabajo más productivo posible acude a modelos de gestión basados en procesos.

Por Juan Pablo Ramírez Cortés

Al debutar en su nuevo empleo, una persona dedicada a la comunicación, en cualquiera de sus variantes, recibe indicaciones tan simples como “tú te encargas de las internas y tu colega de las externas”. Así, entonces, las tareas adquieren doliente y las metas de comunicación segmentan sus alcances y metodologías de acuerdo con lo que aquella expresión es capaz de traducir.

En otras palabras, la comunicación se fractura sobre la base del concepto de audiencias, en el que una cosa es el llamado público interno y otra bien distinta el público externo, al punto de que, en ocasiones, una variante no se relaciona de casi ninguna forma con la otra.

Las empresas y los profesionales de hoy tienen tareas y retos cada vez más altos, complejos y hasta confusos, no solo por la curiosa complejidad de los nominadores con los que ahora se definen las cosas, sino porque, para ser sinceros, la lucha del día a día pareciera más un reto de supervivencia que un proceso sistemático para el desarrollo de habilidades, competencias y factores críticos de calidad y buen servicio.

En este contexto, la comunicación parece distante, anclada en un pasado ya inútil e incapaz de dar la talla a las exigencias del mundo de hoy. Por ello resulta complejo, e incluso dramático, que en cientos de organizaciones perviva el esquema previamente citado.

Para bien o para mal, según sea el punto de vista del observador, la gestión por procesos trazó una ruta de acción y eficiencia que millares de personas atienden, apropian y emplean en sus renovadas cotidianidades y la comunicación debe, por fin, actualizar y recomponer sus métodos de trabajo y acción, pese a no haber perdido ni por un instante su misión de apoyo estratégico a las tareas de gestión de la alta gerencia.

Al actuar alineada con los procesos de las organizaciones, la comunicación encuentra escenarios propicios para la innovación en el accionar de sus propuestas, toda vez que un proceso tiene propósitos y herramientas especialmente trazados y definidos para lograr objetivos de alto valor en todas las áreas o líneas de negocio, lo que a su vez demanda unas acciones de contacto, transferencia de información y contenidos y, finalmente, comunicación, en distintos frentes y momentos de cada proceso estratégico, sin que sea necesario (en estos casos) segmentar si se trata de una actividad para público interno o público externo.

Los procesos de comunicación requieren líneas y acciones diseñadas para sumar beneficios y causar eficiencias en las acciones criticas del negocio, y a su vez una necesaria revisión de su accionar cotidiano en los últimos 4 ó 5 años, con el fin de validar la forma como cada organización consume la comunicación que sus propios recursos generan. Si el resultado exhibe cualquier huella de inconformidad, o sospechas de esta, es hora de afinar la maquinaria y revisar lo que por tradición pareciera estar bien hecho. Tal vez este sea el momento apropiado para volver la mirada y sembrar la primera piedra de la transformación comunicacional.

2 comentarios en «De audiencias a procesos»

  1. Buen importante el artículo y de suma actualidad. Definitivamente, la empresa exitosa actual tendrá que ser una red de conversaciónal. Desafortunadamente, en muchas organizaciones lo que existe es un sistema de información. Comunicación que baja pero no tiene realimenta ciño.
    Tenemos que desarrollar la competencia conversacional.

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  2. Tema de vital importancia en las organizaciones , la comunicacion impecable, una competencia de agilismo que marca una tendencia, donde me esfuerzo en satisfacer con empatia las necesidades de mi interlocutor, sin darle mucha vueltas al asunto y concretando el mensaje clave, es decir lograr claridad y efectividad a traves de la conversacion cara a cara, en los procesos organizacionales es de vital importancia como dice el articulo.

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